Una extraña necesidad de compartir pensamientos es lo que me
impulsa a crear. Conocerse a través de la obra se convierte en un ritual
sanador que sirve de aliciente y justificada obligatoriedad para el
equilibrio personal.
David García Torrado (Oviedo, 1979), es un fotógrafo cuya obra está adquiriendo una gran personalidad. Sus imágenes trasladan a mundos construidos por el artista en los que transmite sus sentimientos e inquietudes más profundas, confluyendo ficción y realidad en una única narrativa que nos invita a reflexionar como espectadores sobre las cuestiones que plantea.
David comenzó su relación con la fotografía desde muy joven al estar presente en su entorno familiar más cercano, donde la aprendió como una profesión. Fue años más tarde cuando empezó a entenderla como medio de expresión artística. Y hasta la actualidad ha ido encaminándose hacia lo que él considera que es fundamental: la búsqueda de un lenguaje propio y un imaginario personal que otorgue coherencia a su trabajo.
El año 2009 supuso un punto de inflexión en su trayectoria, fue entonces cuando se trasladó a la ciudad alemana de Munich en un intento de encontrar un sentido diferente a la fotografía que había realizado hasta el momento. Maravillado por la ciudad y su arquitectura, se desencadena en él una nueva etapa artística como puede verse reflejado en su trabajo posterior.
David nos comenta que su obra se encuentra en “tierra de nadie”, al no poder enmarcarse únicamente en campo de la fotografía. Considera su obra muy cercana a la pintura, y entre sus artistas de referencia cita a William-Adolphe Bouguereau, Bartolomé Esteban Murillo, Miguel Jacinto Meléndez o Jan van Eyck . También la técnica del fotógrafo holandés Erwin Olaf.
Algo llamativo y característico de los trabajos de David, y que dota a cada obra de un sentido propio, es la huída de los soportes fotográficos tradicionales: la utilización de materiales que encuentra en su entorno, como madera o papel reciclado, y que convierte en protagonistas como parte del mensaje que quiere transmitirnos. Desde el punto de vista del proceso creativo el detonante es una realidad a la que no se ciñe y a la que da forma a través de sus pensamientos, miedos e incertidumbres, adquiriendo su fotografía un trasfondo comprometido y de testimonio sobre el contexto en el que vive.
Las tres galerías que expone actualmente en VirtualGallery muestran muy bien la trayectoria que ha ido tomando su obra en busca de la coherencia estética y conceptual.
Así, la galería “Personal Notes”, en la que a modo documental nos descubre la ciudad de Munich a través de sus ojos. Son instantáneas muy personales en blanco y negro, que permiten conocer aquellos aspectos de la ciudad que más han llamado su atención, y en las que se percibe un interés incipiente del artista por la arquitectura, que veremos luego desarrollado en sus trabajos posteriores.
Steel Beauty,
la siguiente de sus series, muestra cómo su fotografía evoluciona
relegando la rotundidad de la arquitectura como única protagonista a un
plano secundario, a la par que surge la figura humana, inexistente en
sus obras anteriores y que va tomando cada vez más peso. A la vez que
aparecen estos personajes su trabajo va adquiriendo un mayor
conceptualismo, el artista plantea sus inquietudes respecto a temas como
el cambio climático, el capitalismo o la especulación, a través de
mundos oníricos que nos recuerdan a escenarios de literatura o cine de
ciencia ficción. Es en esos mundos donde nos deja descubrir sus
pensamientos más profundos y allí la figura humana aparece como
superviviente, o también como salvación y esperanza de una situación
catastrófica, que aparece identificada con grandes marcas comerciales
asociadas al progreso del ser humano.
Mirar el trabajo de David García Torrado, es en definitiva, adentrarse en un mundo misterioso y sugestivo. Sus galerías en VirtualGallery son una gran forma de conocer en su trabajo y guiados por el artista, entender todo el universo de su obra.
David García Torrado (Oviedo, 1979), es un fotógrafo cuya obra está adquiriendo una gran personalidad. Sus imágenes trasladan a mundos construidos por el artista en los que transmite sus sentimientos e inquietudes más profundas, confluyendo ficción y realidad en una única narrativa que nos invita a reflexionar como espectadores sobre las cuestiones que plantea.
David comenzó su relación con la fotografía desde muy joven al estar presente en su entorno familiar más cercano, donde la aprendió como una profesión. Fue años más tarde cuando empezó a entenderla como medio de expresión artística. Y hasta la actualidad ha ido encaminándose hacia lo que él considera que es fundamental: la búsqueda de un lenguaje propio y un imaginario personal que otorgue coherencia a su trabajo.
El año 2009 supuso un punto de inflexión en su trayectoria, fue entonces cuando se trasladó a la ciudad alemana de Munich en un intento de encontrar un sentido diferente a la fotografía que había realizado hasta el momento. Maravillado por la ciudad y su arquitectura, se desencadena en él una nueva etapa artística como puede verse reflejado en su trabajo posterior.
David nos comenta que su obra se encuentra en “tierra de nadie”, al no poder enmarcarse únicamente en campo de la fotografía. Considera su obra muy cercana a la pintura, y entre sus artistas de referencia cita a William-Adolphe Bouguereau, Bartolomé Esteban Murillo, Miguel Jacinto Meléndez o Jan van Eyck . También la técnica del fotógrafo holandés Erwin Olaf.
Algo llamativo y característico de los trabajos de David, y que dota a cada obra de un sentido propio, es la huída de los soportes fotográficos tradicionales: la utilización de materiales que encuentra en su entorno, como madera o papel reciclado, y que convierte en protagonistas como parte del mensaje que quiere transmitirnos. Desde el punto de vista del proceso creativo el detonante es una realidad a la que no se ciñe y a la que da forma a través de sus pensamientos, miedos e incertidumbres, adquiriendo su fotografía un trasfondo comprometido y de testimonio sobre el contexto en el que vive.
Las tres galerías que expone actualmente en VirtualGallery muestran muy bien la trayectoria que ha ido tomando su obra en busca de la coherencia estética y conceptual.
Así, la galería “Personal Notes”, en la que a modo documental nos descubre la ciudad de Munich a través de sus ojos. Son instantáneas muy personales en blanco y negro, que permiten conocer aquellos aspectos de la ciudad que más han llamado su atención, y en las que se percibe un interés incipiente del artista por la arquitectura, que veremos luego desarrollado en sus trabajos posteriores.
Es también de especial interés la galería de retratos Almas,
una recopilación de encargos realizados por el fotógrafo en los últimos
años. Su relación con este género comienza por motivos económicos, lo
cual no impide que veamos reflejada también su personal impronta. En
estas fotografías vemos como empatiza con los retratados y bien nos
pueden recordar la frase “Troppo Vero”(demasiado verdadero), que
pronunció el papa Inocencio X cuando Velázquez le presentó su retrato, y
es que David no se queda en la mera representación de la realidad sino
que nos muestra rasgos psicológicos, lo que nos permite conocer a las
personas más profundamente. De alguna forma parece que ante cada pieza
nos situáramos delante de un espejo que nos devuelve nuestra propia
imagen reflejada, ya que las sensaciones de los retratados pueden ser
equiparables a las que todos hemos sentido alguna vez.
Mirar el trabajo de David García Torrado, es en definitiva, adentrarse en un mundo misterioso y sugestivo. Sus galerías en VirtualGallery son una gran forma de conocer en su trabajo y guiados por el artista, entender todo el universo de su obra.
Nati Guil Grund, Comisaria Jefa en VirtualGallery.